La historia es bastante surrealista pero muestra lo poco que se ha medido por parte del Ayuntamiento de Málaga el impacto de la normativa de movilidad recientemente aprobada.

Málaga es un referente turístico a nivel europeo, en 2.019 llegaron al aeropuerto de Málaga 19m de pasajeros con un porcentaje de europeos muy alto. La ciudad vive del turismo y la bicicleta ha sido durante años un atractivo más. Era habitual ver grupos de turistas paseando en bici por el paseo Marítimo, por el puerto, por el centro, por el carril bici hasta el Guadalhorce… incluso se animaban a llegar hasta el Rincón de la Victoria o Torremolinos.
Durante años el Área de promoción de turística de Málaga ha hecho promoción de la ciudad como “Bike Friendly” porque sabía que un sector importante de holandeses, alemanes, daneses, suecos, ingleses… estaban acostumbrados a recorrer el mundo en bici. De ahí la permisividad del Ayuntamiento con estes turistas en bici ya que fomentar una imagen de ciudad amiga de la bici reforzaba el producto turístico que representa la ciudad.
La señalización de zona compartida del paseo Marítimo o permitir el acceso de bicis en calle Larios, Alcazabilla, Gibralfaro, Pedregalejo eran una prueba de la importancia de crear ciertas zonas compartidas entre peatones y bicis para fortalecer el tejido económico de la ciudad.
El sector turístico de la bici herido de muerte.

Fruto de la apuesta del Ayuntamiento de Málaga por la bicicleta, creció un sector económico que daba empleo en tiendas de alquiler de bicis, guías turísticos en bicicleta, restaurantes, hoteles y bares con facilidades ciclistas, tiendas de reparación de bicicletas y agencias de viajes especializadas en atraer ese sector turístico europeo de alta capacidad adquisitiva que buscaba comodidad en sus desplazamientos en bici.
Ese sector, con la nueva normativa de Málaga está herido de muerte, no es sólo por la pandemia, es que su futuro es la desaparición ya que la falta de infraestructura ciclista vuelve a la bici como algo peligroso o desagradable de usar. En los países de donde viene este tipo de cicloturista existen unas infraestructuras ciclistas de gran calidad y comodidad, que potencian la bici como vehículo y elemento de ocio saludable.
Turismo de Málaga aún no sabe que el ayuntamiento de Málaga ha matado la bici.
La bici a día de hoy sigue siendo un atractivo turístico para “Turismo de Málaga” dando una imagen idílica de uso de la bicicleta en Málaga irreal, recorriendo Pedregalejo, Calle Larios o Alcazabilla o circulando por carriles bici.
Resulta triste ver como la falta de evaluación del impacto de la normativa de Málaga por parte del Ayuntamiento va a condenar a muchos trabajadores a engordar las listas de paro.
Si Málaga tuviese los carriles bici contemplados en el Plan Andaluz de la Bicicleta, el sector cicloturista crearía cientos de empleos reforzando la ciudad como líder turístico internacional.
Rueda Redondas.
El ayuntamiento aún puede salvar la bici como atractivo turístico.
Ruedas Redondas, conocedora del tremendo error y daño que producía al tejido empresarial y de empleo que se producía con la aprobación de la Ordenanza de Movilidad solicitó sin éxito una moratoria en la prohibición de circular bicis por las aceras de 5 metros de ancho y permitir la circulación de bicis por las zonas del centro.
El Ayuntamiento no atendió en su momento a nuestras peticiones, y ahora esa decisión penaliza a un sector económico con una fuerte crisis. Pero el Ayuntamiento si quiere puede aplazar la campaña de sanciones a ciclistas, o señalizar más itinerarios para bicicletas por las rutas más turísticas, crear carriles bici seguros provisiones. Ruedas Redondas le solicitó por escrito en mayo de 2020 crear una red de carriles bici provisiones mientras completaba la red ciclable que contiene el Plan Andaluz de la Bicicleta.




Está en la mano de PP y Cs proteger el sector económico del cicloturismo y proteger los puestos de trabajo que crea.
Ruedas Redondas.